domingo, 15 de enero de 2023

Prensa: crítica literaria de INFANCIA, el libro de Armónica Buenaventura, escrita por Rodrigo Hidalgo.


Tomo a continuación “Infancia”, libro con el que debuta este joven autor que fuera alumno de Tamayo hace 15 años en Balmaceda, y que mantiene su nombre real en reserva, aunque deja señas claras para que se lo conozca a través de Youtube, donde puede vérselo tocar y cantar su canción “Ratón Pérez” buscándolo con su seudónimo Armónica Buenaventura. Eso sumado a una fotografía y una reseña, confirman que los 8 cuentos reunidos entroncan con la concurrida corriente de la autoficción, de suerte que entendemos al leerlas, que son historias como se dice habitualmente, basadas en hechos reales.


Salvo el primer relato que es de un tierno beso a los 10 años, los demás nos pasean por las aventuras del joven protagonista, llenas de sexo, alcohol y drogas, la sobrevivencia penosa como artista callejero, alojando en residencias colectivas o casas okupa, hogares, pensiones, usufructuando de los beneficios de ocasionales amigos o compañeros de camino, una vida de trotamundos, de linyera en lunfardo argentino, en la adyacencia o de plano en el bajo fondo delictivo, en el mundo del tráfico, la estafa y el latrocinio. Un personaje que a pesar de su autodestrucción y cinismo se permite epifanías de sensibilidad poética, un antihéroe malherido. Un chico primera línea también. Un proscrito. El protagonista de “Infancia” salta el torniquete, a la hora del amor le sirven todas las micros, es amigo de los perros de la calle, un espíritu libre y anarquista, un Aniceto Hevia cuando chico, haciendo el viaje inverso de Valparaíso a Baires, como aquél hijo de ladrón.


Publicado por Signo Editorial, un sello muy nuevo que cuenta con el reconocido escritor Jorge Calvo detrás, el libro parte con un prólogo de Luis Alberto Tamayo, y con dos epígrafes de poetas nacionales, Stella Diaz Varín y José Ángel Cuevas, con dos poemas que dan una clave de lectura desde la marginalidad y la resistencia, que adelantan el tenor de los relatos, en los que la escritura y la bohemia serán una trinchera, y el escritor, el poeta, el juglar, combatirá con la pluma y la botella. Y al leer “Infancia” corroboramos que hay pues claramente, un comprensible gesto autoral de desenfado, de aprendiz que entra en escena, vitalista, desbordado. No está pensando en qué segmento del público lector es el eventual destinatario de estas escenas. Obviamente, a pesar de su título y presentación minimalista de bolsillo, no es un libro para niños. Es más bien un manifiesto, un aquí estoy yo, rabioso y rabiosamente vivo. Un libro poético en ese sentido.


Prensa: Reseña de INFANCIA, el volumen de cuentos de Armónica Buenaventura, publicada en el diario digital El Mostrador


“Infancia” de Armónica Buenaventura: cuentos de una larga Infancia

“Infancia” de Armónica Buenaventura: cuentos de una larga Infancia
 

En estos relatos escritos con una prosa depurada y transparente, plagada de bellas imágenes, nos asomamos a un mundo de juventud actual, en calles enrarecidas pero reconocible, donde deambula con paso firme, entre otros, el fantasma del estallido. Una lectura necesaria para una mejor perspectiva de estas últimas décadas.

Asumimos que la ciudad existe, por supuesto que existe, pero mucho de ella, sus circunstancia y avatares nos llegan según quien la cuente.

En “Infancia”, este volumen de cuentos recientemente editado por SIGNO Editorial, Armónica Buenaventura, nombre que escoge para debutar un joven autor, parece demorarse, avanzar muy lentamente o simplemente detenerse sobre ciertos episodios de los cuales uno no quisiera desprenderse nunca.

Y el ojo parece observarlo todo o repasar episodios con una cierta dosis de ingenuidad de la que no quisiéramos desprendernos jamás.

 

No obstante, ahí mismo, rodeándolo todo, envolviéndolo como un papel celofán asoma la atmosfera contaminada que simultáneamente nos informa que el peligro acecha, que la ciudad puede ser un sitio amable pero también esconde en los momentos menos pensados circunstancias que pueden imprimir un giro insospechado.

Precisamente de esos reveses nace la experiencia, el ceño que gradualmente se petrifica, las expresiones de la desesperanza.

Armónica Buenaventura a pesar de su juventud en este puñado de relatos nos pasea por una suerte de laberintos donde resuena el eco de tras infancias, talvez la nuestra y donde asoma el brillo de otros matices, a ratos parecemos estar rumbo a un realismo sucio.

Por ahí escuchamos voces, ecos, creemos reconocer a Jack Keruack, una pizca de Bukowski y su alter ego Chinaski, que deambulan por los mismos barrios. En alguna esquina reconocemos aquellas bicicletas de Carlos “Mono” Olivares y el Antonio Skarmeta del San Cristobal.

Mucho de nuestra historia urbana y literaria asoma en estas páginas. Y no debe extrañarnos porque Armónica Buenaventura se ha formado en los talleres Arte Joven con el destacado escritor Luis Alberto Tamaño y también ha visitado asiduamente los Taller Ergo Sum que dirige la brillante escritora Pía Barros, la formación existe y se nota.

En estos relatos escritos con una prosa depurada y transparente, plagada de bellas imágenes, nos asomamos a un mundo de juventud actual, en calles enrarecidas pero reconocible, donde deambula con paso firme, entre otros, el fantasma del estallido. Una lectura necesaria para una mejor perspectiva de estas últimas décadas.

“Infancia”
SIGNO Editorial
13 x 14 cm.
66 páginas.

  
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